sábado, 29 de agosto de 2009

Hágase la sombra

Todo murió, tocó a su fin. Mi corazón se ha partido en mil pedazos, una parte de mi se ha muerto y no volverá, el vacío se había llenado, se había colmado y yo sin creérmelo. Pero todo sueño tiene su fin, el mío llegó de una manera dura, cruel e injusta.
Saber que querer, el amar con todas tus fuerzas, el dar tu vida por esa persona no es suficiente. Cualquier cosa que hubiera hecho no habría bastado. Atrás queda el azahar, los paseos por el Guadalquivir, atrás queda el amor, la felicidad. Atrás queda mi luz.
¿Y cual es el consuelo? La felicidad de la persona a la que amaba y amo a costa de la mía. ¿Eso es acaso el amor? ¿retorcete de dolor sabiendo que otra persona es feliz sin tí? Ese es mi consuelo. ¿Es posible ser tan generoso y sentir eso? Yo lo intento pero duele, mata y me consume, me hace agonizar.
Si señor, eso es el amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario